¿Para qué sirve el tomillo?
El tomillo es una hierba utilizada para tratar afecciones en las vías respiratorias y actúa como antiséptico, expectorante y mucolítico, y se recomienda para tratar la tos, resfriados, gripe y catarro. Otro de sus usos fundamentales es para problemas digestivos, ya que favorece la eliminación de mucosidades del tracto intestinal, sirve para tratar la indigestión, incrementar la secreción de bilis, combatir parásitos intestinales y facilitar los procesos digestivos.
A su vez, tiene propiedades desinfectantes, antisépticas y cicatrizantes que lo vuelven útil para tratar heridas. Para esto se recomienda hacer una infusión de tomillo y aplicarla directamente sobre la herida con una gasa, también se puede utilizar en forma de crema.
Esta planta típica de los países mediterráneos puede aportar diversos beneficios al cuerpo humano.
La manzanilla, el romero, el orégano o la lavanda son plantas altamente conocidas y valoradas desde la antigüedad, las cuales el ser humano ha utilizado de gran diversidad de maneras a lo largo de la historia.
Probablemente las reconocemos principalmente como condimento a nivel gastronómico, pero también cuentan con interesantes propiedades medicinales.
Además de las anteriormente citadas, una de las que más destacan y resultan más habituales es el tomillo, el cual se utiliza en gran cantidad de presentaciones y formatos. Una de ellas es la infusión de tomillo, de la cual vamos a hablar a lo largo de este artículo.
El tomillo y la infusión de tomillo: principales propiedades
Llamamos tomillo a una pequeña planta o hierba aromática que es conocida como mínimo desde la Edad Antigua, existiendo registros de diversos usos dados por griegos y egipcios. Pertenece a la familia de las lamiáceas, al igual que el romero o la albahaca, y cuenta con gran cantidad de variedades existentes.
El tomillo ha sido empleado históricamente de muy diversas maneras, como por ejemplo como cosmético o aromatizante (no en vano su nombre parte de la palabra griega thymos, que hace referencia a su potente olor), en rituales funerarios y especialmente como condimento en forma de especia, se trata de una planta que se encuentra predominantemente en el Mediterráneo, siendo habitual en países como España o Grecia.
También resulta conocida por sus propiedades medicinales, derivadas de la gran cantidad de componentes esenciales y diferentes tipos de nutrientes, vitaminas, antioxidantes o minerales.
El tomillo puede ser empleado de gran cantidad de maneras, consumiéndose tanto como una especia como en aceites o incluso como infusión. En este último caso, su preparación es extremadamente sencilla, como veremos a continuación.
¿Cómo preparar una infusión?
Preparar un infusión de tomillo es relativamente sencillo, precisando únicamente de infusión y agua. Pese a ello ocasionalmente también se suelen añadir otras hierbas, como el romero. Además, habitualmente se utiliza también azúcar, edulcorante, miel o algún tipo de elemento que permite darle un sabor algo más dulce a la infusión.
Para prepararla, en primer lugar debe procederse a poner una cantidad suficiente de agua (la cantidad exacta puede variar dependiendo de la cantidad que queramos elaborar) en una olla o recipiente y calentarla al fuego, hasta que hierva.
Una vez el agua esté en ebullición, deberá añadirse el tomillo y dejar que la mezcla hierva entre diez y quince minutos. Hecho esto, se retira del fuego y se deja reposar. Finalmente, se procederá a filtrar la mezcla y añadir si se desea el tipo de edulcorante que se prefiera.
Sus propiedades beneficiosas
La infusión de tomillo es un tipo de preparado muy habitual, que como hemos dicho anteriormente presenta una serie de efectos muy beneficiosos para la salud al aprovechar e introducir en el organismo los nutrientes y componentes saludables propios de esta planta.
Puede ser consumido por personas de cualquier edad, incluyendo niños, si bien existen como veremos posteriormente algunas excepciones. Así, el tomillo en infusión presenta una gran cantidad de interesantes propiedades, algunas de las cuales analizamos a continuación.
Es antiinflamatorio
La elevada cantidad de polifenoles del tomillo provoca que esta hierba tenga un efecto claramente antiinflamatorio, pudiendo ayudar a rebajar inflamaciones de lesiones y heridas además de las propias de una infección bacteriana.
Combate diversos problemas respiratorios
El tomillo es de uso habitual cuando tenemos algún problema de tipo respiratorio, poseyendo múltiples propiedades muy útiles para tratar diversas condiciones molestar y dolorosas.
Y es que posee un efecto broncodilatador, que ayuda a abrir los pulmones, a la par que es antitusivo y antiespasmódico, relajando y aliviando la irritación de las vías aéreas. Asimismo también favorece la expulsión de moco y flemas.
Reduce problemas digestivos
El tomillo ha demostrado ser de utilidad en el tratamiento de molestias gastrointestinales, así como en la reducción de los gases. También aumenta la síntesis de jugos gástricos y reduce la hinchazón abdominal.
Propiedades antisépticas y cicatrizantes
Gracias a sus múltiples componentes, el tomillo tiene un importante efecto antiséptico, motivo por el cual suele emplearse su infusión vertida sobre paños o gasas de cara a ayudar a limpiar y desinfectar heridas cutáneas o incluso oculares. Además ayuda a la cicatrización, favoreciendo la recuperación de lesiones.
Efecto antioxidante
El tomillo también contiene una interesante cantidad de flavonoides, sustancias las cuales pueden considerarse antioxidantes. Ello permite reducir el envejecimiento celular y los daños provocados por radicales libres, algo que puede afectar tanto a nivel cutáneo como orgánico o incluso cerebral.
Fortalece el sistema inmune y ayuda a luchar contra la anemia
Además de sus propiedades antioxidantes, antisépticas y antiinflamatorias, el tomillo resulta de gran utilidad a la hora de fortalecer el sistema inmune, entre otras cosas por su alto contenido en vitaminas, hierro y minerales.
Ello dificulta que puedan aparecer infecciones e incluso permite combatir casos de anemia.
Reduce el dolor y malestar propio del síndrome premenstrual
Muchas mujeres experimentan grandes molestias durante la menstruación o durante el período inmediatamente anterior a esta, unas molestias que en ocasiones pueden aparecer en forma de cólico. Afortunadamente, la infusión de tomillo tiene un efecto calmante de estos dolores, en parte también por sus efectos antiinflamatorios.
Es diurético
Además de todo lo anterior, el tomillo es un elemento diurético que facilita la micción, algo que a su vez facilita la eliminación de elementos nocivos a través de la orina y dificulta infecciones en el sistema genitourinario.
Calmante
Se ha observado que la infusión de tomillo también tiene un efecto sobre la psique, teniendo un efecto relajante que permite rebajar el nivel de activación, la tensión y la ansiedad. Además, también reduce la tensión arterial.
Precaución: también tiene contraindicaciones
La infusión de tomillo, como hemos visto, es ciertamente una buena ayuda en diferentes condiciones debido a sus múltiples propiedades medicinales. Sin embargo, lo cierto es que también puede ser nocivo en algunas situaciones.
Concretamente, se recomienda evitar un consumo excesivo en aquellas personas con problemas cardíacos, al poder llegar a causar bradicardias que en algunos casos puede ser peligrosas.
También deberán evitarlo aquellas personas con úlceras y problemas digestivos crónicos, personas estreñidas (podría agravar dicha situación) o alergias a esta especia. Por último, debe evitarse su consumo durante el embarazo, dado que puede llegar a generar contracciones, abortos espontáneos o embarazos prematuros. Tampoco durante la lactancia, ya que disminuye la cantidad y calidad de leche.